I. Antecedentes:
Al comenzar el siglo XX, Rusia era gobernada por el zar Nicolás II, un
monarca absolutista apoyado por nobles y jefes militares. Mientras
tanto, las masas obreras y campesinas sufrían pobreza y explotación.
Esta situación era criticada por los intelectuales socialistas, entre
los que destacaba el abogado marxista Vladimir Lenin.
En 1905, Rusia fue derrotada en una Guerra contra Japón, y el rey acosado por las revueltas militares y las huelgas obreras implantó la Duma (Parlamento), con mayoría burguesa. Sin embargo, los obreros y los socialistas siguieron coordinando una futura revolución.
En 1914, estalló la Primera Guerra Mundial y Rusia sufrió grandes derrotas ante Alemania y Austria-Hungría.
II. La Revolución de marzo de 1917:
Las derrotas en la Guerra Mundial y la escasez de alimentos provocaron protestas y grandes huelgas. El zar Nicolás II ordenó reprimir a los manifestantes, pero sus tropas se negaron a obedecerle. Esto le obligó a renunciar al trono el 15 de marzo de 1917.
Entonces, la Duma estableció un gobierno burgués al mando del príncipe Georgi Lvov, luego reemplazado por Alejandro Kerenski. Ambos pretendían que Rusia continúe en la Guerra Mundial, por lo que fueron rechazados por gran parte del pueblo.
En abril de 1917, Lenin regresó a Rusia para organizar los Soviet (asambleas de obreros, campesinos y soldados) para luchar por la instauración de una "Dictadura del Proletariado".
III. La Revolución de octubre de 1917:
Lenin y los bolcheviques (revolucionarios socialistas) se ganaron al pueblo prometiendo retirar a Rusia de la guerra, nacionalizar las industrias y repartir las tierras. El 25 de octubre de 1917, una parte del ejército y la marina se unieron a ellos, provocando la caída de Kerenski. El gobierno fue asumido por un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin. Uno de sus miembros fue José Stalin.
De inmediato, el gobierno revolucionario negoció la paz con Alemania y en marzo de 1918 firmó el tratado Brest-Litovsk. Asímismo, nacionalizó las industrias, bancos y negocios, y repartió tierras a los campesinos. También, creó el Ejército Rojo al mando de León Trotsky.
Pero los rusos contrarrevolucionarios crearon el Ejército Blanco y (apoyados por Inglaterra, Francia y EE.UU.) provocaron una sangrienta guerra civil que terminó en 1922 con el triunfo del Ejército Rojo y la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
En 1905, Rusia fue derrotada en una Guerra contra Japón, y el rey acosado por las revueltas militares y las huelgas obreras implantó la Duma (Parlamento), con mayoría burguesa. Sin embargo, los obreros y los socialistas siguieron coordinando una futura revolución.
En 1914, estalló la Primera Guerra Mundial y Rusia sufrió grandes derrotas ante Alemania y Austria-Hungría.
II. La Revolución de marzo de 1917:
Las derrotas en la Guerra Mundial y la escasez de alimentos provocaron protestas y grandes huelgas. El zar Nicolás II ordenó reprimir a los manifestantes, pero sus tropas se negaron a obedecerle. Esto le obligó a renunciar al trono el 15 de marzo de 1917.
Entonces, la Duma estableció un gobierno burgués al mando del príncipe Georgi Lvov, luego reemplazado por Alejandro Kerenski. Ambos pretendían que Rusia continúe en la Guerra Mundial, por lo que fueron rechazados por gran parte del pueblo.
En abril de 1917, Lenin regresó a Rusia para organizar los Soviet (asambleas de obreros, campesinos y soldados) para luchar por la instauración de una "Dictadura del Proletariado".
III. La Revolución de octubre de 1917:
Lenin y los bolcheviques (revolucionarios socialistas) se ganaron al pueblo prometiendo retirar a Rusia de la guerra, nacionalizar las industrias y repartir las tierras. El 25 de octubre de 1917, una parte del ejército y la marina se unieron a ellos, provocando la caída de Kerenski. El gobierno fue asumido por un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin. Uno de sus miembros fue José Stalin.
De inmediato, el gobierno revolucionario negoció la paz con Alemania y en marzo de 1918 firmó el tratado Brest-Litovsk. Asímismo, nacionalizó las industrias, bancos y negocios, y repartió tierras a los campesinos. También, creó el Ejército Rojo al mando de León Trotsky.
Pero los rusos contrarrevolucionarios crearon el Ejército Blanco y (apoyados por Inglaterra, Francia y EE.UU.) provocaron una sangrienta guerra civil que terminó en 1922 con el triunfo del Ejército Rojo y la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
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